viernes, 11 de julio de 2008

Las manzanas de Úrculo.



Quiero ver
a toda la población
del mundo
unida, reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.
Neruda

lunes, 7 de julio de 2008

Carbayera del Tragamón




Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Ángel González

viernes, 4 de julio de 2008

Simetría en el puerto deportivo

Clic en la imagen para ampliar

Los días de tormenta hay una luz extraordinaria, pero cambia con tal rapidez que el fotógrafo tiene que estar muy atento. En este caso, la oscuridad “ pesaba” tanto hacia la izquierda que descompensaba la imagen. Me he atrevido a sacar de la chistera esta simetría que me recuerda aquellos juegos con papel de cuando éramos niños; esta magia, me ha permitido equilibrar cielos y volúmenes. El blanco y negro ordena el caos de luz y color (orden, simetría y método, que decía Hércules Poirot) . Aquí está el resultado del juego

martes, 1 de julio de 2008

El oro inmenso de las torres





Estos raros edificios de Gijón, parecen silos abandonados que la tenue luz del atardecer tiñe de oro.
Al querer ponerles un comentario, he pensado en túmulos funerarios en los que alguna olvidada civilización enterraba a sus muertos.
La imaginación tiene sus propios caprichos

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías…


Luis Cernuda

No me abandones en el oro inmenso de las torres.

Si me voy en primavera, entiérrame
en el verde pequeño de los prados
para que tu aroma me acompañe
y pueda seguir cantando a la intemperie.

Si espero un poco más, envuélveme
entre el oro grande de los trigos
o en el rojo inesperado de amapolas
y deja, que al amanecer,
remolinos de niebla
con su zumo blanquecino
empapen mis pies.

Si es en otoño,
escarba entre las hojas del bosque
y déjame tiritando entre la escarcha
donde existe todavía la huella de tu paso.

Deja en el invierno,
que los copos de nieve
con su ademan compasivo me exorcicen .
Que me bautice el agua de mi rio,
y la corriente furiosa arrastre mis memorias
como cantos gastados e inservibles,
cuyo último destino
es ser arena de una playa

Pero no me abandones
en el oro inmenso de las torres,
o me escondas en tumbas de granito,
pues soy hombre de espacios abiertos
y quiero estar al aire libre,
incluso en aquel lugar
donde el amor ( que no sabe detenerse)
ya se detiene.



Hernán

lunes, 23 de junio de 2008

El viejo que nadie quiere ver (segunda parte)




El viejo de la calle del barrio húmedo de León en su versión en color.
Clic sobre la imagen para verla a mayor tamaño.
(Como continuación a mi poema a este mismo retrato en blanco y negro en unas páginas hacia atrás en este blog...)
...He pensado con frecuencia en este hombre después de aquel encuentro en el que conseguí que me contara un pequeño retazo de su vida (si lo que me relató se le puede llamar vida).
Siempre he tenido simpatía por estos hombres de la calle, que lo han perdido todo, menos ese atisbo de dignidad y orgullo, que seguramente es lo único que les queda de su mundo destruido sabe Dios porque avatares. Lo que nos separa de ellos, a veces es tan poca cosa, como la mala suerte de una desgracia; en es este caso: la muerte de un ser al que se quiere más que a uno mismo.
Ya hace unos cuantos años, pero todavía tengo en la memoria el recuerdo de uno de estos hombres en mi primer visita a París . Tenía una de edad indefinida, vestía un raido traje de chaqueta cruzada, y estaba sentado en una acera de un barrio elegante. Mientras su cuerpo se empapaba con el agua de un canalón que vertía sobre él la furia de un fuerte aguacero, los elegantes transeúntes de aquel barrio pasaban a su lado sin mirarlo siquiera, como si su cuerpo formara parte del asfalto. Cuando traté, como pude, arrástralo a un portal próximo, el hombre con una mirada que jamás olvidaré, me dijo que le dejase donde estaba, que ahora ya nada le importaba.
Cada vez que pienso en la hermosa ciudad de la luz, se me aparece la mirada de aquel hombre y la dignidad con que me dijo aquellas palabras. Siempre me pregunté qué triste historia (quizás de amor) arrastraría de su pasado.
……………………………………………………………………………………………
Estaba ahora mismo leyendo “Palabra sobre palabra” de Ángel González, y como homenaje a estos hombres voy a incluir aquí un poema que a mí me ha gustado.

Todo lo consumado en el amor
no será nunca gesta de gusanos.

Los despojos del mar roen apenas
los ojos que jamás
-porque te vieron-,
jamás
se comerá la tierra al fin del todo.

Yo he devorado tú
me has devorado
en un único incendio.

Abandona cuidados:
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo.

miércoles, 18 de junio de 2008

Recuerdos de infancia



A los gallos de esta raza les quitábamos las plumas para ir de pesca
( esta es gallina)




El primer baño de la temporada
Ria de Barro ( Llanes)


Barca en el Puntal ( Villaviciosa)
El otro día paseando por el Puntal, saque esta fotografía y llegaron hasta mi recuerdos de mi infancia en Piloña y de los viajes a las playas del entorno montado en aquella moto que era la envidia de mis amigos, después aquellos ya mas ingratos del internado.
Rebuscando entre papeles antiguos y libretas de apuntes encontré estos escritos, que tienen la frescura y sentimiento de la edad en que se escribieron. He hecho de censor eliminando pasajes que solo para mi tienen sentido.

Olores y recuerdos de mi infancia.

El fragor del trueno,
escondido con mi madre
en la bodega,
abrazado a mi madre,
con la fragancia que nos asustaba,
de aquel cielo oscuro, sombrío,
del que manaban esquirlas de fuego,
que indagaban por rendijas
de las puertas.
Sus rezos, el sabor salado del agua bendita
en mis labios,
sus caricias de olor a rosas silvestres
a perfumes antiguos,
de jabón “Chimbo” y alcanfor,
a sábanas lavadas con lejía.

El olor de mi primer mar a los seis años.
Saltando por los caminos polvorientos,
en la “MV Avello” de mi padre; aventuras,
asido a su torso firme, salvador de mis miedos.

El nuevo sabor a salitre en mis labios,
la espuma limpia enredada en mi cabello,
el aroma fuerte de eucaliptos y retamas,
bajo la sombra húmeda del bosque,
en la tierra roja encendida por el sol,
donde olía a tortilla en la fiambrera ,
a postre de galletas maría,
fritas con dulce de membrillo
y a caricias de mi madre entre las sombras
mientras dormía feliz
con el horizonte del mar en mis retinas

A los diez años: el olor del humo denso y negro
que me ahogaba; hollín y cenizas,
en aquella estación solitaria y triste,
custodiada por un hombre de traje oscuro
de mirada vacía, de estatua de plomo gris.
Ruidos metálicos, mangas de agua a presión
dan de beber al monstruo de acero.
El estridente sonido del silbato
del hombre sin rostro
de olor a carbón quemado.

Y entre el vapor, veo tu silueta:
con la falda plisada, aquella de florecitas,
la que cosiste en el balcón de geranios
con tu vieja Singer,
y en tus manos, el pañuelo blanco
manchado de hollín o del rímel de tus ojos;
yo, asido como un náufrago
a mi maleta de tela,
donde sólo llevo lo que me has planchado
en dos noches de insomnio,
cien pesetas y un verso de mi abuelo:
“ Hay Tunín, Tunín; hay Tunín Tunera,
dexasti a güelín acongoxau de pena”
y por el sucio cristal de la ventana
de aquel vagón de madera,
sólo veo árboles desnudos
y el fluir constante del río de mi valle;
como mis ojos, sí, como mis ojos.


A los once años:
el olor de la tiza, y de la tinta de imprenta,
el tronar angustioso de los pupitres,
el sabor amargo de la sangre en mi boca,
después de la paliza de don Genaro;
el maestro alto de pelo engominado y fino bigote;
su colección de varas de avellano silvestre,
el zumbido y restallar en las piernas desnudas,
y la vergüenza más que el dolor
de ser azotado en público
ante los ojos burlones, crueles
exentos de piedad.
Los insomnios hasta el amanecer
odiando el alba,
los vómitos ante la sopa de engrudo
y las largas horas de rodillas ante
el plato de calamares putrefactos.
Aquella alegría al abrir la cesta de mimbre,
que mi madre rellenaba de queso y manteca
y alguna galleta casera,
el dolor cuando los ratones sólo dejaron
desperdicios;
lloré enrabietado por el trabajo perdido
de mi madre,
y aquella noche me acosté abrazado al pequeño
mantel de cuadros, bordado con mi nombre,
que tenía olor a jabón Chimbo
y a su aroma inconfundible.

A los quince años:
por fin me había librado
de tanto rosario obligado
de “dignidades” ficticias
impuestas por aquel cura
con pinta de “mocín” de cine
de los años cuarenta,
de galán trasnochado,
ya no me duele su mirada,
despreciativa,
por no ceñir sus bandas
de oro y plata;
incluso me enorgullezco de sus castigos
de domingos encerrado,
y de la mirada despectiva de los pijos
de corbatas de “Sierra” y zapatos Sebago.

Algunos, al fin, hemos reventado,
de tantas sabatinas
y misas desganadas,
de confesionarios oscuros
de contacto con rostros indagantes
de olor a Floid;
llenos de vergüenzas,
de pecados, de deseos sin consumar,
de tantas historias de guerra,
en que los malos son tan malos
y los buenos tan buenos.
Ahora empiezo a creer sólo
en los hombres de bien;
vistan de negro o de blanco
o de rojo grana, no importa.

Y el otro día, hasta me he atrevido
a besar en su portal a la niña de mis sueños:
la de las trenzas rubias,
y ojos del color de las algas húmedas;
temblando, pero de emoción,
no de vergüenza o miedo
y solo arrepintiéndome,
de no haberla besado antes,
una y mil veces.

Recuerdo su olor:
(muy diferente al de mi madre)
a hojas del otoño
a hierba fresca
al mar de mi infancia
a la vida misma.

Y tantas cosas
a las que no pude acercarme
y que ahora me esperan.
Son otro mundo más
sobre este mundo.

Y seguramente serán estos recuerdos
que a nadie le importan
lo único que quedará de mí
cuando me muera
.

martes, 17 de junio de 2008

Elena


Innumerables tentáculos han habitado mi rostro
en un festín interminable
ahogándome en esta oscuridad,
en esta vana máscara tras la que intento esconderme.
Aquí donde resido,
solo existo yo con mis silencios,
no quiero recordar nada de ese mundo
donde las palabras al nacer ya se envilecen.
Nada cede sitio a esta sombra irremontable
a los cadáveres de buenas intenciones,
por eso, déjame vivir para siempre en este rincón,
llévate si quieres esta mirada si sabes entenderla
y no me arrebates ahora la dicha de enmudecer.
Hernán

sábado, 14 de junio de 2008

Rosa y cemento




Ni el musgo ni el cemento podran nunca con la rosa

Yo hace años, bajo la mirada de mi Rollei




Me ha hecho gracia encontrarme con este antiguo autorretrato realizado con mi vieja Rolleiflex, aquí empezó esta afición de mirar tras de esos cristales mágicos que nos congelan en el tiempo.
He trasteado manualmente el original escaneado ( esas cicatrices no las ve la cámara)
Click en la imagen para agrandarla.

miércoles, 11 de junio de 2008

Un retrato del Musac



Sin comentarios, ¿ son los ojos de Picasso?
Clik en la imagen para agrandar

martes, 10 de junio de 2008

Retrato de mujer sentada en un café, Musac




No he podido sustraerme a incluir aquí este retrato (tan distinto a los siguientes), que no admite comentarios. La cámara solo se ha limitado a copiar esta magnífica obra que igual que la anterior tiene como protagonista las miradas de los modelos, (lo que da nombre y define a este blog).
Una mirada nos sugiere tantas cosas... quizás tantas sugerencias como espectadores?

El fotógrafo se adueña de ese momento único (“el instante decisivo”) , que puede ser una mirada, para luego guardarlo como un coleccionista avaro guarda sus obras de arte. Consciente quizás de lo efímero de nuestros sentimientos, ambicionamos congelar gestos y miradas con el fútil afán de hacerlos eternos.

Simón Alonso Alonso



Simón Alonso




Una parada en el camino




Con la luz del atardecer el trigo se vuelve oro.





Cerca de Rabanal- fin de etapa-





Casa de Simón Alonso




Camino de Santiago, etapa 21:
Astorga,- Rabanal del Camino 21 Km. ( 5-6 h. fácil)

El camino de Santiago también se puede hacer en etapas sueltas, en esta época del año los campos de la Maragatería están magníficos, plenos de colorido y paisajes con una luz que pocas veces vemos por nuestra tierra. A cinco kilómetros de Astorga hemos parado en Castillo de Polvazares , a la entrada del pueblo vive: Simón Alonso Alonso, 84 años, anteriormente molinero de trigo y ahora cultivador de abejas y miel de brezo. Ayer mismo me vendió 7 Kg de miel purísima,( que retiraré otro día) me dice que el secreto de vivir muchos años está en el aire puro de su pueblo, y un desayuno diario de miel del Bierzo.
En el Camino se hacen buenas amistades y se siente una emoción especial al compartir comida y posada en estos pueblos por donde el hombre camina hace más de mil años

lunes, 26 de mayo de 2008

El viejo del " barrio húmedo" (primera parte)



He brindado contigo en un tetrabrik de vino con casera,
en memoria de los desheredados, de los sin nombre,
de los perdedores;
y me has hablado de tus únicas compañías:
cubos de basura, muñecas rotas, papeles desgarrados
donde el olvido ha dejado su oscura cicatriz .

Ahora recorres un mundo muerto,
de ventanas cerradas, de balcones vacios.
Detrás de esos muros,
hay hombres y mujeres
que no pueden verte,
solo sueñan con su nuevo automóvil,
trabajan, roncan, respiran,
pero no pueden verte.

Y al despedirme de ti, viejo amigo
solo he podido vislumbrar en tu mirada
un destello de nostalgia de aquella daga
que al hendirse en ti, marco tu suerte.
…………………………………………………………….
Me dijeron después ( no sé si es cierto)
que fuiste hombre de éxito y fortuna
( poseedor de dos carreras)
y que al morir tu mujer,
no fuiste capaz de suicidarte.

domingo, 11 de mayo de 2008

Recordando a mi vieja Rollei

Estas tomas, junto alguna más que he insertado en Flickr , son un pequeño homenaje a mi primera cámara ( ya por entonces una reliquia) con la que he compartido muy buenos momentos y también alguna decepción .

Tomas 6X6 TTV






Aunque parezca mentira estas fotos las he hecho hoy .

viernes, 9 de mayo de 2008

Celia





Hay mayor espectáculo que la mirada de un niño?

viernes, 2 de mayo de 2008

Los cubos de la memoria

Hoja de contactos de unas miradas al puerto de llanes ( pincha encima para agrandar)














Como cajas de misterio y celofán,
así las miraba el niño,
esperando encontrar
un regalo en cada una
como si de un día de reyes se tratara



miércoles, 30 de abril de 2008

Un tótem que apunta al cielo.


Mi madre contaba que cuando era niño dibujaba en el aire con los dedos...

martes, 29 de abril de 2008

miércoles, 16 de abril de 2008

Playa de Muniello


Aquella tarde tenías gusto a tempestad en los labios
cuando te regale aquel ramo de espuma de las olas.

lunes, 14 de abril de 2008

Tarde de tormenta en el puerto deportivo



Quise aprehender esta luz por un instante
para ofrecértela.
Mis miradas serán ahora tus miradas

domingo, 13 de abril de 2008

Mirador de infinitos


No hay nada que decir


Nos regala su reflejo, no hay nada que decir,
arquitectos:escuchad el mensaje de su belleza

Amistad


Un eslabón de acero, como nuestra amistad

Máquinas



Las máquinas no sangran, solo las hemos teñido de color,
ni siquiera las mas sofisticadas pueden imitar un corazón
o reproducir un sentimiento.
¡ Pobre de nosotros cuando esto ocurra!
Pero también pueden tener esa belleza de los feos.

Castillo de Salas



El barco clama:
¡ No expongáis mi esqueleto en tierra firme
exhumando mis vergüenzas
al agua dulce de la lluvia!.

Dejadme solo recordar:
los puertos donde anclaba,
la primera aurora,
el beso de la última sirena
y entonces, amortajadme
entre paisajes de algas,
entre silencios amargos ,
muerto ya para la historia.

Barco:
duerme en paz,
en aquel lugar donde el amor ya se detiene.
Yo digo en tu descargo:
que no existe buen barco
sin un timonel al mando
y que el musgo del orín
jamás podrá nunca con la rosa.

Hernán 13-04-08

Playa del silencio


Si el tiempo no fuera tiempo y fuésemos eternos, seguiría aquí sintiendo tu presencia en la distancia

Una mirada a Cudillero



Brazos tendidos
hacia espumas grises, traicioneras,
rostros curtidos de sal y lágrimas;

manos de madres
que ayer acariciaron
la piel sonrosada de un niño,
cuando al amanecer el alba cubría su frente.

Revillagigedo








En este patio empedrado amarraba los caballos Don Carlos Miguel Ramírez de Jove, primer marqués de San Esteban del Mar del Natahoyo.

Donde estara ahora el guardés?


Yo nada sabía de Girón ni de Luis Moya, solo vagaba buscando aquella piscina de ensueño, pero el guardés ( seguro algún guardia civil retirado) me soltó aquél Pit Bull , que me hizo realizar mis primeros pinitos en atletismo .
Donde estará ahora aquel guardés?

Aquí nadabamos, entonces.


Por aquí corría a mis quince años


"Ellas son mejor que nosotros"


La mujer con surcos de adarce en el rostro, desenvolvía
unos arenques de un viejo periódico mientras decía:
" ellas no saben de guerras, ellas son mejor que nosotros"

Mirada en la Campa de Torres ( Gijón)


Esperando a Julieta



"Oh Romeo, Romeo, wherefore art thou Romeo?"