Después de mil lunas, quise ser tú por un instante
y, en aquella noche de primavera,
con el pelo coronado de violetas
y cintas de colores,
me recosté en aquel a quien amaba
ofreciéndole mi cuerpo,
pero a cambio recibí solo una mirada.
y, en aquella noche de primavera,
con el pelo coronado de violetas
y cintas de colores,
me recosté en aquel a quien amaba
ofreciéndole mi cuerpo,
pero a cambio recibí solo una mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario