lunes, 26 de mayo de 2008

El viejo del " barrio húmedo" (primera parte)



He brindado contigo en un tetrabrik de vino con casera,
en memoria de los desheredados, de los sin nombre,
de los perdedores;
y me has hablado de tus únicas compañías:
cubos de basura, muñecas rotas, papeles desgarrados
donde el olvido ha dejado su oscura cicatriz .

Ahora recorres un mundo muerto,
de ventanas cerradas, de balcones vacios.
Detrás de esos muros,
hay hombres y mujeres
que no pueden verte,
solo sueñan con su nuevo automóvil,
trabajan, roncan, respiran,
pero no pueden verte.

Y al despedirme de ti, viejo amigo
solo he podido vislumbrar en tu mirada
un destello de nostalgia de aquella daga
que al hendirse en ti, marco tu suerte.
…………………………………………………………….
Me dijeron después ( no sé si es cierto)
que fuiste hombre de éxito y fortuna
( poseedor de dos carreras)
y que al morir tu mujer,
no fuiste capaz de suicidarte.

4 comentarios:

Esperanza dijo...

La foto es muy expresiva, pero el texto le añade una intensidad dramática a la que es difícil sustraerse. "No fuiste capaz de suicidarte..." Una buena combinación de imagen y palabra que no deja indiferente.

Un saludo

Hernán Fdez. Blanco dijo...

Esperanza: muchas gracias por el comentario, mis poemas son muy básicos (soy de ciencias) y para nada pretendo entrar en terreno que no es el mío, solo me sirven como pié a las fotos , sin mas pretensiones, pero si es verdad que me salen de dentro .

Miguel dijo...

I have toasted you, in a tetrabrik of wine with casera,
I have toasted you in memory of the disinherited ones, of the nameless,
of those that have been lost
you have spoken to me about your only companions:
garbage cans, broken dolls, torn papers
in the places where those that have been forgiven have left their obscure scars.

Now you travel through a dead world,
closed windows, empty balconies.
Behind those walls,
men and women
who cannot see you,
they only dream about their new cars;
they work, sleep, breathe,
but they cannot see you.

When I said goodbye to you, old man
I glimpsed in your gaze
a distillation of nostalgia for that dagger
that when it wounded you, sealed your fate
……………………………………………………………..
They told me afterwards (I don’t know this for certain)
that once you were a man of success and fortune
(you had two careers)
at the time of the death of your wife
you were not capable of suicide.

[translation: Anne Dick]

Hernán Fdez. Blanco dijo...

Miguel: gracias por la traducción. siempre tan amable, ya la he metido en Flickr