Esta es la historia de un pájaro negro que soñó con ser hoja de otoño, cansado ya de su luto riguroso. Libre al fin de su plumaje y revestido del color del sol, entró en tu alcoba y posándose mansamente en el alféizar, te dijo : «Vengo a curar tu alma y a devolverte la ilusión perdida; no te ensañes contigo misma ni te aflijas por lo que la vida te ha arrebatado, pues ese pájaro negro que ahora te desgarra las entrañas ya no existe, ante ti solo hay futuro, solo hay amor. Ese cuervo sin alas, imagen de tu desastrosa existencia, solo es ahora ... otra hoja marchita esperando su funeral entre otras hojas»
Fotografía y texto : Hernán 21/11/2.018
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